Martín Lutero, nacido el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben, Alemania, es una figura central de la Reforma Protestante. Desde joven, destacó por su intelecto, logrando títulos académicos en la Universidad de Erfurt y más tarde ordenándose sacerdote en 1507. Su dedicación a la teología lo llevó a enseñar en la Universidad de Wittenberg, donde profundizó en el estudio de las Escrituras y desarrolló su comprensión sobre la justificación por la fe.
En 1517, Lutero publicó sus 95 tesis, denunciando la venta de indulgencias y la corrupción en la Iglesia. Este acto inició una controversia que desafió la autoridad papal. Sus ideas se expandieron rápidamente gracias a la imprenta y despertaron un movimiento que transformó la espiritualidad y la política de Europa.
Protegido por Federico el Sabio, Lutero tradujo la Biblia al alemán, facilitando el acceso a las Escrituras. Durante su vida, escribió sermones, himnos como Castillo Fuerte es Nuestro Dios y numerosos tratados teológicos. Aunque enfrentó oposición y conflictos, su legado marcó un punto de inflexión en la historia religiosa y cultural.
Lutero murió en 1544 en Eisleben, su ciudad natal. Su impacto sigue vivo a través de las iglesias reformadas, la música sacra y el pensamiento teológico.